Web 2.0
Narrativa Transmedia y Teoría del Caos
Partiendo del trabajo colectivo y colaborativo realizado sobre las narrativas no lineales en la educación 2.0 y en concreto situándome en la Teoría del Caos como inflexión inicial para el desarrollo de dicha propuesta, pretendo centrar este artículo individual en esa temática concretamente, con el fin de adentrarme aun más en su importancia a la hora de desarrollar dichas propuestas escolares transmedia.
La realidad inicial es que cada uno de nuestros actos influye en nuestra vida y en la de otros; es difícil saber qué tanto por ciento, pero influye. Caos no es sólo desorden, es también dependencia ya que la realidad es resultado del conjunto de decisiones de todos.
Particularizando en el tema de narrativa digital y concretando en el trabajo desarrollado, empezaré comentando que el objetivo que nos planteamos fue el de elaborar un producto que fuese y partiese de un todo, pero que dejase abierta la posibilidad para que el instinto del alumno, confluyese en una de las tantas posibles realidades del mismo. Pretendíamos de esta manera centrar el interés de la narrativa no en conocer el inicio y el fin, sino explorar y construir un relato propio relacionado con el tema de los sueños. Esto implicaba que cada una de sus partes (imagen, texto, vídeo, etc.) se pudiera visionar por sí solo; es decir: debía tener un claro mensaje individual, pero al mismo tiempo, otro que resultase de la relación con otras partes del relato: convergencia en su máxima expresión.
Julio Cortázar decía que todo buen relato debe tener un final y por ello, con base en la Teoría del Caos y la aplicabilidad de sus ventajas en la narrativa digital, pretendimos que cada lector encontrara el suyo.
Para aterrizar, nos dirigimos a los orígenes y partimos de la idea de que la ciencia siempre ha tratado de medir todo, de encontrar relaciones entre sucesos y de plasmarlo en un lenguaje que nos permita comprender y predecir su naturaleza. Sin embargo, y a pesar de sus esfuerzos, existe un aparente caos en la naturaleza que impide que las predicciones sean exactas. Para comprender esta naturaleza caótica surgió la Teoría del Caos a partir de una investigación de Edward Lorenz, el cual trataba de vaticinar el clima. Para ella utilizó una simulación para predecir la probabilidad del clima pero cuanto repitió la simulación para verificar datos, obtuvo un resultado totalmente diferente. La idea convencional es que los resultados no deberían ser iguales, pero sí muy parecidos, nada que ver con los nuevos datos que obtuvo. Tratando de explicar esto surgió la Teoría del Caos.
La realidad inicial es que cada uno de nuestros actos influye en nuestra vida y en la de otros; es difícil saber qué tanto por ciento, pero influye. Caos no es sólo desorden, es también dependencia ya que la realidad es resultado del conjunto de decisiones de todos.
Particularizando en el tema de narrativa digital y concretando en el trabajo desarrollado, empezaré comentando que el objetivo que nos planteamos fue el de elaborar un producto que fuese y partiese de un todo, pero que dejase abierta la posibilidad para que el instinto del alumno, confluyese en una de las tantas posibles realidades del mismo. Pretendíamos de esta manera centrar el interés de la narrativa no en conocer el inicio y el fin, sino explorar y construir un relato propio relacionado con el tema de los sueños. Esto implicaba que cada una de sus partes (imagen, texto, vídeo, etc.) se pudiera visionar por sí solo; es decir: debía tener un claro mensaje individual, pero al mismo tiempo, otro que resultase de la relación con otras partes del relato: convergencia en su máxima expresión.
Julio Cortázar decía que todo buen relato debe tener un final y por ello, con base en la Teoría del Caos y la aplicabilidad de sus ventajas en la narrativa digital, pretendimos que cada lector encontrara el suyo.
Para aterrizar, nos dirigimos a los orígenes y partimos de la idea de que la ciencia siempre ha tratado de medir todo, de encontrar relaciones entre sucesos y de plasmarlo en un lenguaje que nos permita comprender y predecir su naturaleza. Sin embargo, y a pesar de sus esfuerzos, existe un aparente caos en la naturaleza que impide que las predicciones sean exactas. Para comprender esta naturaleza caótica surgió la Teoría del Caos a partir de una investigación de Edward Lorenz, el cual trataba de vaticinar el clima. Para ella utilizó una simulación para predecir la probabilidad del clima pero cuanto repitió la simulación para verificar datos, obtuvo un resultado totalmente diferente. La idea convencional es que los resultados no deberían ser iguales, pero sí muy parecidos, nada que ver con los nuevos datos que obtuvo. Tratando de explicar esto surgió la Teoría del Caos.
De esta teoría salió el famoso “efecto mariposa”, que dice que el simple aleteo de una mariposa puede provocar un ciclón en el otro lado del planeta. Es decir, una pequeña variación en los datos iniciales puede provocar un gran cambio en los sucesos y es de aquí desde donde nosotros quisimos partir, es decir queríamos crear el caos en nuestros alumnos para provocar un gran cambio en ellos, un cambio que implicase aprender significativamente y que a su vez fuese como una ola que se expande y crea cambios en el entorno próximo.
Además de intentar acercar la Teoría del Caos al aula con la canción “El reparador de sueños” de Silvio Rodríguez, pretendimos dar cabida a un aprendizaje no-lineal, dinámico, multicausal, holístico y con elevado nivel de sinergia mediante el uso posterior de la herramienta “TodaysMeet” a través de la cual tuvieron que expresar y compartir ideas acerca de sus sueños. Con el fin de lograr todo esto, nos planteamos un cambio epistemológico en nosotras mismas como docentes y entendimos y enseñamos el conocimiento como un sistema dinámico que constantemente cambia, se reacomoda y se “expande”.
Llegado a este punto, he de decir que la Teoría del Caos nos muestra sin embargo que a pesar del aparente caos que nos impide saber con exactitud ciertos fenómenos, existe un orden detrás de ellos que la misma teoría trata de encontrar con el fin de convertirse en una herramienta que ayude “ordenar” el caos. Es decir, una vez inmersos en el caos, tanto profesores, como sobre todo alumnos, necesitaban poner un orden a la cantidad de ideas emergidas en torno al tema propuesto y es por eso que con el fin de encontrar un orden, se planteó una dinámica para ir organizando las ideas del caos inicial; es decir la intención pretendía hacerles salir de lo “solido” para llegar a lo “líquido” a la vez que se movían o mas bien “nadaban” en el caos.
Además de intentar acercar la Teoría del Caos al aula con la canción “El reparador de sueños” de Silvio Rodríguez, pretendimos dar cabida a un aprendizaje no-lineal, dinámico, multicausal, holístico y con elevado nivel de sinergia mediante el uso posterior de la herramienta “TodaysMeet” a través de la cual tuvieron que expresar y compartir ideas acerca de sus sueños. Con el fin de lograr todo esto, nos planteamos un cambio epistemológico en nosotras mismas como docentes y entendimos y enseñamos el conocimiento como un sistema dinámico que constantemente cambia, se reacomoda y se “expande”.
Llegado a este punto, he de decir que la Teoría del Caos nos muestra sin embargo que a pesar del aparente caos que nos impide saber con exactitud ciertos fenómenos, existe un orden detrás de ellos que la misma teoría trata de encontrar con el fin de convertirse en una herramienta que ayude “ordenar” el caos. Es decir, una vez inmersos en el caos, tanto profesores, como sobre todo alumnos, necesitaban poner un orden a la cantidad de ideas emergidas en torno al tema propuesto y es por eso que con el fin de encontrar un orden, se planteó una dinámica para ir organizando las ideas del caos inicial; es decir la intención pretendía hacerles salir de lo “solido” para llegar a lo “líquido” a la vez que se movían o mas bien “nadaban” en el caos.
En España, si analizamos la educación escolar tradicional, hemos de decir que está basada en el esquema de orden y estabilidad, lo cual implica para el sistema educativo regirse por una teoría pedagógica sistemática, general, estructurada, homogénea y "normalizadora". En cambio, la Teoría del Caos aplicada a la educación implica justamente lo contrario: la comprensión del hecho educativo como fenómeno temporalmente irreversible, complejo, inestable y no lineal, contingente, continuamente mutable, incontrolable e impredecible a largo plazo. La idea sería canalizar el “conflicto” para que, a partir del desorden, se autogenere un nuevo orden, más rico y flexible. Esto es, se deben integrar las fluctuaciones, lo conflictivo e inesperado, como elementos típicos de la dinámica y del funcionamiento escolar, a fin de promover un modelo pedagógico flexible, adaptativo y "auto organizativo" (al que Gunter denomina “day-to-day”), basado en la autogestión, la innovación y la creatividad.
El objetivo central es organizar el cambio teniendo en cuenta las singularidades y los eventos inesperados, integrando y no negando el conflicto escolar y los elementos (actitudes, gestos o conductas) "diferentes". Esto es perfectamente compatible con la teoría, que considera la caoticidad como auto productora de orden y en este caso de aprendizaje en determinadas condiciones de inestabilidad estructural. El punto crucial consiste en estimular y orientar en las aulas la función auto generadora de orden a partir del inevitable desorden y todo ello en un entorno como el de la Web 2.0.
Podemos afirmar que si la educación se concibe como un subsistema del sistema social no debe rechazar que parte de las tensiones que la dialéctica orden-desorden desarrolla en la sociedad, no se puedan dar también en el ámbito educativo sobre todo cuando la educación debe concebirse como un sistema dinámico, hipercomplejo, cambiante y que evoluciona con el paso del tiempo. Igualmente quiero hacer constar que el desarrollo de capacidades perceptivas, cognitivas y conductuales se convierten en atractores de la dinámica de transformaciones que la propia educación promueve. Pero es, llegado este momento, donde entran en juego aspectos como la motivación, el refuerzo, el interés, las actitudes, que en unos mismos ambientes educativos y bajo unos mismos estímulos, otorgan resultados distintos. Esto es debido a que los procesos caóticos se dan tanto en el desarrollo de las personas como en los procesos educativos, que siendo idénticos poseen grados diversos de eficacia y de previsibilidad.
Una parte decisiva que genera las situaciones caóticas es la distinta evolución de los sistemas; así las diferencias entre familias ya ha sido determinante en los niños cuando estos llegan a la escuela infantil y este hecho es aun mucho más significativo si no se produce esa incorporación.
B. Davis y A. J. Sumara (1997,6), analizan el aprendizaje como objetivo de análisis caótico y proponen una alternativa denominada Teoría Interpretativa que está basada en un aprendizaje plural y complejo, grupal y comunitario, a través de múltiples fuentes de información que el alumno debe interpretar para crear conocimiento, ya que consideran que en la complejidad y en la desorganización es donde se dan los procesos cognitivos más adecuados para el aprendizaje autoformativo. De esta forma se plantea una teoría para el aprendizaje complejo y para enseñar desde la complejidad. Si el aprendizaje es ordenar y personalizar la información, las formulaciones curriculares ordenadas y mecanicistas no capacitan para aprender; sólo se aprende si es el sujeto quien cognitivamente logra, desde la complejidad, interpretar y ordenar el conocimiento. Con ello se propiciaría, además una educación transformadora antes que meramente reproductora. Esta Teoría Interpretativa de B. Davis y D.J. Sumara presupone una enseñanza de la complejidad a través de la complejidad misma. Se trata por tanto de una adaptación de la Teoría del Caos para propiciar un modelo de aprendizaje que incide en la transformación del currículum y en la formación del profesorado.
Hunter por su parte, considera necesario incluir cambios en la gestión e integrar las turbulencias a fin de patrocinar un modelo flexible, espontáneo, que el mismo denomina “day-to-day”. Este modelo caótico de organización se basa en la autogestión, en la innovación y en la apelación a la creatividad para solucionar los conflictos, de tal manera que llega a ser un modelo emancipatorio de organización (H. Gunter, 1995, 17).
Cabe decir que todo el universo de la educación, es decir: el desarrollo de los alumnos, el comportamiento, las implicaciones psicológicas, el aprendizaje, el currículum, la administración educativa, la vida familiar, la escuela infantil,… aceptan explicaciones y comprensiones desde la Teoría del Caos, lo cual nos hace ver que existe una base lo suficientemente sólida para “leer” la educación desde tales posturas y esta actuación a mi modo de ver es conveniente además de necesaria.
La Teoría del Caos, nos abre la posibilidad de estudiar fenómenos que hasta este momento se desconocían en educación: los fractales educativos, las estructuras disipativas del sistema, la dialéctica orden–desorden, la funcionalidad de los atractores…
La Teoría del Caos nos aporta capacidad de actualizar el discurso pedagógico por lo que puede ser un instrumento renovador de posiciones teóricas muy establecidas. También abre las puertas a la comprensión de la educación como cambio permanente, como proceso continuado de innovación, tal como pide la sociedad tecnológica que está situada en los mismos procesos de cambio y que solicita de la escuela que tenga la misma capacidad de formar para el mismo. Castells (1999) de esta manera, critica a la educación como un sistema ajeno a la sociedad red, a la educación marginada de los actuales procesos de innovación y cambio y de esta manera afirma que el fracaso escolar es consecuencia caótica de un sistema que no ha sido profundamente analizado desde modelos explicativos pertinentes, por lo que las soluciones se tornan imposibles. El fracaso escolar es síntoma de una escuela que no está tan ordenada como parece y que no enseña a comprender la realidad. El cambio en la sociedad es tan real, que la única respuesta posible es educar para la incertidumbre, simplemente porque las certezas son cada vez menos ciertas. Se necesita una reformulación educativa por lo tanto, en base a la innovación, asentada en la participación y en la interactividad del saber actual.
Considero necesario educar para el caos debido a lo que acontece en los ámbitos socio-culturales. La Teoría de la Educación, debe contemplar, procesos virtuales y también lógicos, es decir: virtualidad (educación red o hipertextual) y creatividad ya que a mi modo de ver son elementos de inflexión necesarios para formar en lo aleatorio, en lo imprevisible y en lo complejo, para que así el sujeto logre su propio orden.
La Teoría del Caos nos da una comprensión de los fenómenos educativos como procesos no lineales, abiertos y discontinuos y esto es lo que proponen las tecnologías: el logro de sistemas no controlados, libres, individuales, conectivos, abiertos… que propician la creatividad. Considero que una educación bajo la perspectiva caótica es una educación que está adaptada al futuro, a la complejidad, al cambio, a los órdenes y desórdenes sucesivos y a la no previsibilidad (caos) pero a la vez dotada de múltiples informaciones (orden) ya que la información y la creatividad acaban con el orden, pero cuando lo creativo está asumido y la información se conoce, surge un nuevo orden que por serlo, está llamado a sufrir las incidencias del caos.
Finalizo con una reflexión de George Bernard Shau: Algunos hombres observan el mundo y se preguntan "¿por qué?". Otros observan el mundo y se preguntan "¿por qué no?".
El objetivo central es organizar el cambio teniendo en cuenta las singularidades y los eventos inesperados, integrando y no negando el conflicto escolar y los elementos (actitudes, gestos o conductas) "diferentes". Esto es perfectamente compatible con la teoría, que considera la caoticidad como auto productora de orden y en este caso de aprendizaje en determinadas condiciones de inestabilidad estructural. El punto crucial consiste en estimular y orientar en las aulas la función auto generadora de orden a partir del inevitable desorden y todo ello en un entorno como el de la Web 2.0.
Podemos afirmar que si la educación se concibe como un subsistema del sistema social no debe rechazar que parte de las tensiones que la dialéctica orden-desorden desarrolla en la sociedad, no se puedan dar también en el ámbito educativo sobre todo cuando la educación debe concebirse como un sistema dinámico, hipercomplejo, cambiante y que evoluciona con el paso del tiempo. Igualmente quiero hacer constar que el desarrollo de capacidades perceptivas, cognitivas y conductuales se convierten en atractores de la dinámica de transformaciones que la propia educación promueve. Pero es, llegado este momento, donde entran en juego aspectos como la motivación, el refuerzo, el interés, las actitudes, que en unos mismos ambientes educativos y bajo unos mismos estímulos, otorgan resultados distintos. Esto es debido a que los procesos caóticos se dan tanto en el desarrollo de las personas como en los procesos educativos, que siendo idénticos poseen grados diversos de eficacia y de previsibilidad.
Una parte decisiva que genera las situaciones caóticas es la distinta evolución de los sistemas; así las diferencias entre familias ya ha sido determinante en los niños cuando estos llegan a la escuela infantil y este hecho es aun mucho más significativo si no se produce esa incorporación.
B. Davis y A. J. Sumara (1997,6), analizan el aprendizaje como objetivo de análisis caótico y proponen una alternativa denominada Teoría Interpretativa que está basada en un aprendizaje plural y complejo, grupal y comunitario, a través de múltiples fuentes de información que el alumno debe interpretar para crear conocimiento, ya que consideran que en la complejidad y en la desorganización es donde se dan los procesos cognitivos más adecuados para el aprendizaje autoformativo. De esta forma se plantea una teoría para el aprendizaje complejo y para enseñar desde la complejidad. Si el aprendizaje es ordenar y personalizar la información, las formulaciones curriculares ordenadas y mecanicistas no capacitan para aprender; sólo se aprende si es el sujeto quien cognitivamente logra, desde la complejidad, interpretar y ordenar el conocimiento. Con ello se propiciaría, además una educación transformadora antes que meramente reproductora. Esta Teoría Interpretativa de B. Davis y D.J. Sumara presupone una enseñanza de la complejidad a través de la complejidad misma. Se trata por tanto de una adaptación de la Teoría del Caos para propiciar un modelo de aprendizaje que incide en la transformación del currículum y en la formación del profesorado.
Hunter por su parte, considera necesario incluir cambios en la gestión e integrar las turbulencias a fin de patrocinar un modelo flexible, espontáneo, que el mismo denomina “day-to-day”. Este modelo caótico de organización se basa en la autogestión, en la innovación y en la apelación a la creatividad para solucionar los conflictos, de tal manera que llega a ser un modelo emancipatorio de organización (H. Gunter, 1995, 17).
Cabe decir que todo el universo de la educación, es decir: el desarrollo de los alumnos, el comportamiento, las implicaciones psicológicas, el aprendizaje, el currículum, la administración educativa, la vida familiar, la escuela infantil,… aceptan explicaciones y comprensiones desde la Teoría del Caos, lo cual nos hace ver que existe una base lo suficientemente sólida para “leer” la educación desde tales posturas y esta actuación a mi modo de ver es conveniente además de necesaria.
La Teoría del Caos, nos abre la posibilidad de estudiar fenómenos que hasta este momento se desconocían en educación: los fractales educativos, las estructuras disipativas del sistema, la dialéctica orden–desorden, la funcionalidad de los atractores…
La Teoría del Caos nos aporta capacidad de actualizar el discurso pedagógico por lo que puede ser un instrumento renovador de posiciones teóricas muy establecidas. También abre las puertas a la comprensión de la educación como cambio permanente, como proceso continuado de innovación, tal como pide la sociedad tecnológica que está situada en los mismos procesos de cambio y que solicita de la escuela que tenga la misma capacidad de formar para el mismo. Castells (1999) de esta manera, critica a la educación como un sistema ajeno a la sociedad red, a la educación marginada de los actuales procesos de innovación y cambio y de esta manera afirma que el fracaso escolar es consecuencia caótica de un sistema que no ha sido profundamente analizado desde modelos explicativos pertinentes, por lo que las soluciones se tornan imposibles. El fracaso escolar es síntoma de una escuela que no está tan ordenada como parece y que no enseña a comprender la realidad. El cambio en la sociedad es tan real, que la única respuesta posible es educar para la incertidumbre, simplemente porque las certezas son cada vez menos ciertas. Se necesita una reformulación educativa por lo tanto, en base a la innovación, asentada en la participación y en la interactividad del saber actual.
Considero necesario educar para el caos debido a lo que acontece en los ámbitos socio-culturales. La Teoría de la Educación, debe contemplar, procesos virtuales y también lógicos, es decir: virtualidad (educación red o hipertextual) y creatividad ya que a mi modo de ver son elementos de inflexión necesarios para formar en lo aleatorio, en lo imprevisible y en lo complejo, para que así el sujeto logre su propio orden.
La Teoría del Caos nos da una comprensión de los fenómenos educativos como procesos no lineales, abiertos y discontinuos y esto es lo que proponen las tecnologías: el logro de sistemas no controlados, libres, individuales, conectivos, abiertos… que propician la creatividad. Considero que una educación bajo la perspectiva caótica es una educación que está adaptada al futuro, a la complejidad, al cambio, a los órdenes y desórdenes sucesivos y a la no previsibilidad (caos) pero a la vez dotada de múltiples informaciones (orden) ya que la información y la creatividad acaban con el orden, pero cuando lo creativo está asumido y la información se conoce, surge un nuevo orden que por serlo, está llamado a sufrir las incidencias del caos.
Finalizo con una reflexión de George Bernard Shau: Algunos hombres observan el mundo y se preguntan "¿por qué?". Otros observan el mundo y se preguntan "¿por qué no?".